viernes, 31 de julio de 2009

El corazón en un puño

El corazón en un puño.
El dolor punzante permanente.
El miedo atroz instalado en todas y cada una de las partes de su ser.
La impotencia de ver la horrorosa realidad, sin tener opciones rápidas para poder solucionar la tremenda vorágine que la rodea.
La guerra declarada sin ninguna razón aparente, teniendo claro además, que ninguna guerra tiene razón de ser.
El sufrimiento de no saber dónde se encuentra la tranquilidad que le pertenece.
El nerviosismo y la falta de descanso continuo que provocan el hecho de no saber como, cuando y dónde acabará la pesadilla.
La incertidumbre de no saber como será su vida a partir del momento que consiga poner orden a todo éste sinfín de atrocidades, ésta guerra psicológica y física que la deja sin fuerzas.

La claridad de su mente a pesar de todo, le ayuda a seguir adelante, a luchar en una guerra que no le pertenece. Una guerra de la que conseguirá salir airosa y las secuelas se superarán según vayan apareciendo.

Si todas las guerras fueran de agua, hasta el enemigo podria ser tu amigo.